Así se mata al gusano… y se gana ‘Gran Hermano’, ¡Carajo!

Gran Hermano es entrega, pasión, garra, verdad, lealtad, diversión, espectáculo y amistad. Miriam Saavedra ha demostrado ser todo eso y mucho más. Por ello, la ‘Reina Inca’ era la única ganadora posible de una edición que ha estado marcada por el rencor, la maldad, la falsedad, la inquina y la envidia. Entre tanto ‘tufillo’ y viejas glorias estrelladas, llegaba Miriam Saavedra a la casa de Guadalix de la Sierra como un soplo de aire fresco, convirtiéndose en la gran esperanza para los verdaderos amantes del formato. Lo que Miriam no sabe es que ayer no ganó GHVIP6, lo ganó en el mismo momento en el que pisó la casa, tres días después que el resto de concursantes.

Miriam es intensidad, lealtad, verdad, sinceridad, espectáculo, entrega y coraje, carajo. Porque entre ser y no ser, ella lo es todo. Miriam se ha desnudado en cuerpo y alma y nos lo ha regalado todo a quienes amamos el formato. Se ha equivocado, ha errado, ha pedido perdón y ha demostrado no tener ni un milígramo de rencor en su pequeño cuerpo, ni siquiera con quienes han vertido todo tipo de veneno contra ella, como Ángel Garó, Aramís Fuster o Mónica Hoyos.

Miriam es Gran Hermano y Gran Hermano es lo que es gracias a concursantes como Miriam. Y sí, Miriam ha ganado los 100.000 euros del premio, pero ha ganado mucho más que eso. La ex de Carlos Lozano, como así se le conocía en nuestro país, ahora es Miriam Saavedra, con sus virtudes y sus defectos. Miriam se ha ganado el cariño de su ejército Inca siendo real, siendo ella, sin artificios ni dobles caras. Para bien y también para mal. Porque Miriam no es perfecta ni pretende serlo y, como buenos amantes de GH, sólo deseamos muchas más ‘cholitas’ que se dejen la piel (literal) por el reality. Gracias, Reina Inca, por estos tres maravillosos meses.